¡¡¡Hola a todos!!!!! Así nos despertamos nosotros, ¡con Alicia y su megáfono! Estos despertares son cada vez más dolorosos. Y es que ya es día 10 de campo de trabajo y el cansancio se va notando. Para nosotros, porque para los usuarios es como si no pasara el tiempo. ¡Qué energía! Bueno, vamos a presentarnos:
Yo soy Diana, una chica portuguesa que vive en España desde hace 2 meses. Estoy haciendo mi servicio de voluntariado europeo aquí en Placeat. He venido porque quería conocer lo que hacen de inclusión social en España y en Placeat entendí lo que era la plena inclusión.Esta es mi primera experiencia en un campo de trabajo y está siendo muy gratificante estar tantas horas con nuestros chicos. Y me acompaña….
Ana de Murcia, que vuelve a aparecer por aquí. Vamos a contaros como fue nuestro largo día….
El día empezó con
trabajo, mucho trabajo: limpieza, jardinería, mover cosas demasiado pesadas, escaleras
arriba, escaleras abajo, para aquí, para allá, pero la nave cada vez estámejor.
Después del trabajo cotidiano, empezamos la preparación de
los talleres, que más tarde os contaremos… Entre colores de alegría
encontrábamos multitud de mariposas bailando y disfrutando, mientras la risa
llenaba este campo.
Esperábamos la comida
y el descanso taaaaaan necesario, sin muchas ganas de ir a la piscina,
decidimos ir ya que se habían apuntado más usuarios de lo normal, y….¡cómo no
ir!
Moraleja nos esperaba. En las furgonetas pasaba de todo: unos con la
música, otros se reían con una
extranjera intentando decir
trabalenguas: tres tristes trigues, tres tistrestrigues… ¡no atinábamos!
Y en la furgoneta de Chuchi los cotilleos volaban, de lo que se entera uno…
jajaja
El aventurero Javi no se pensó dos veces eso de bañarse, le
da igual la temperatura, profundidad o limpieza del agua, los demás descansaban
en el césped con las largas partidas de cartas, que gran entretenimiento.
Seguimos el día en la fiesta de Galisteo. Nos tocaba
entretener a los niños, el viento impedía jugar al bádminton, así que tocó
jugar al vóley, hacer globos de perritos y espadas, partidos de futbol y caras
bonitas con nuestras súper maquilladoras, que hicieron que se llenara
Galisteo de mariposas, piratas, gatos y
tigres. Hasta Eugenio renunció a su genio y decidió ser un pirata. Volvíamos a
ser niños, disfrutando de numerosos juegos con el paracaídas. Y terminamos de
llenar la plaza reuniendo a todos los niños, usuarios, voluntarios y monitores,
siguiendo los pasos de baile de Morena, Kerry, Mimi y Gloria. Oye, abre tus ojos, mira hacia
arriba, disfruta las cosas buenas que tiene la vida. Este estribillo marcará
nuestro campo de trabajo.
Lo estábamos pasando tan bien que no queríamos terminar
nuestro baile y decidimos seguir hasta que solo nosotros hacíamos la fiesta, la
cual terminaba con un gran sorpresa, había espectáculo de teatro flamenco y no
podíamos perdérnoslo. El viento
aumentaba, hacía que en el teatro aparecieran efectos especiales, los trajes de
flamencas se volaban. Acostumbrados a tantos días de calor, que refrescará un
poco nos hizo abandonar, pero ni el frio
ni el calor acaba con algunos de nuestros usuarios ¡ay que ver que resistentes
son!
Hacía tanto aire que en el camino de vuelta nos
preguntábamos si las tiendas seguían de pie, y a pesar de que una si que se
había volado, nuestra sorpresa fue que un gran mueble para el cual se
necesitaron seis personas para moverlo, el viento lo había tumbado.
Que miedo nos daba dormir en las tiendas, así que la mayoría
decidió dormir en una sala, o en la cocina, y hasta en el baño, cualquier sitio
servía. Y aun así hubo algunos locos que se preguntaron si podrían dormir en
las temblorosas y movidas tiendas por el fuerte aire, querían vivir una
aventura.
En san gil siempre ocurre algo inesperado, y normalmente es
lo más divertido, pero hay algo cierto, aunque estemos 12 personas durmiendo
como sardinas en lata en una sala, Alicia siempre va a encontrar una forma
creativa de despertarnos, ¿ con qué nos sorprenderá mañana….?
¡Un saludo a todos!
Até amanha a todos.
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