jueves, 3 de agosto de 2017

Campo de Trabajo Placeat/San Gil 2017. 1 de Agosto, Martes.

DIARIO DE ABORDO Día dos ¡Nos despertamos con mariposas en el estómago y la ilusión de comenzar un nuevo día! ¡Qué ganas de conocer mejor y aprender junto a nuestros Usuarios!
Yo soy Ana, tengo 22 años y soy de Badajoz. Mi hermana fue voluntaria hace dos años por lo que había oído hablar muchas cosas maravillosas sobre este campo de trabajo. Si soy sincera, no podía esperar a conocer, disfrutar y aprender junto a los usuarios. Y ahora que  llevo dos días no me arrepiento nada de haber venido. 
Me llamo Rita, tengo 23 años y soy Portuguesa, de Lisboa, cerca del océano. Aunque Extremadura no tenga playa estoy con muchas ganas de bañarme con los chicos en las piscinas naturales y en nuestra mini piscina de plástico en la finca. Desde el inicio de mi proyecto de SVE hace 9 meses esperaba con  ilusión estas dos semanas. Por ello, terminar esta gratificante experiencia con este campo de trabajo será la guinda del pastel. 
Amanecía en San Gil y nos preparábamos con ganas para la llegada de los sonrientes e incansables Usuarios. ¡Qué trabajo nos esperaba! Muebles, sillas, mesas, cómodas… que limpiaríamos con el objetivo de reutilizar para en un futuro hacer un espacio agradable para usuarios y voluntarios. ¡Qué aburrimiento entre hacer batallas de agua, jugar con las arañas y ensuciar todo de barro! (broma jajaj). La verdad es que la enriquecedora sonrisa de los usuarios y la iniciativa mostrada por ellos hicieron de nosotros un equipo imparable. En definitiva: ¡Quién trabaja por gusto, no se cansa!
No nos podemos olvidar de la tarde de piscina en Galisteo ya que tras una divertida jornada de trabajo bajo un sol bronceador hay que refrescar las ideas. ¿Qué mejor manera de hacerlo que yendo a la piscina para ver a Mimi nadar como un delfín o a Miguel ganar todos los juegos de cartas? Y qué divertido fue visitar Galisteo, entre las risas de la alcaldesa con las curiosas preguntas de los usuarios, los retos atrevidos de Morena, nuestra compañera italiana y el intento frustrado de un paseo amoroso en una floreada bicicleta tándem de un griego y un francés que se comunicaban mediante gestos. ¡Qué bonito fue presenciar su paseo por los campos extremeños!     
Pero no todo es trabajar ya que amigos sensibles, vampiros y la piedra nos acechan a todas horas. La finca se ha convertido en un lugar asombroso entre gritos, cuellos sangrientos, abrazos y cartas secretas. La ansiedad de no tener la piedra a las 23:00 y no estar solo para no ser atacados por nuestro vampiro ha creado un ambiente de sospecha y conexión entre todos. Y eso, ¡que es tan solo el segundo día!

La noche terminó picando algunos placeres gastronómicos ya que cada voluntario ha hecho una presentación de su región o país. Creemos que hemos engordado unos 5 kilos pero fuimos a dormir con la barriga bien llena e impacientes por comenzar el tercer día en San Gil.


Un saludo y hasta la próxima.

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