"Empecé con mucha incertidumbre, no sabía si iba a ser capaz de hacer frente a esa nueva aventura que estaba a punto de comenzar. Nervios a flor de piel, quería llevarlo todo tan a la perfección que no sabía cómo reaccionar. El primer contacto fue indispensable, se percibe como ellos son totalmente abiertos a recibir a las personas y no tienen reparo a hablar con nosotros. Desde el primer momento recibí una sonrisa por parte de ellos, eso fue lo que me llenó por dentro y me di cuenta de que esos quince días iban a ser mágicos.
Mi
nombre es Ana Poza, soy una voluntaria de diecinueve años que proviene del País
Vasco y he tenido la suerte de poder formar parte de esta gran familia que es
Placeat en el verano del 2016.
Los quince días han pasado increíblemente rápido pero a la vez han
sido muy intensos, significado de que no han podido ser más perfectos. Gracias
a esta gran oportunidad que me han brindado de poder trabajar junto a personas
con diversidad funcional he aprendido muchas cosas de todos y cada uno de ellos,
y esta gran experiencia me ha cambiado mucho mi forma de pensar; me he dado
cuenta de que la vida no se basa en el materialismo, que hay que mirar más
allá, porque a veces lo más bonito se refleja en los pequeños detalles. Miguel
me ha enseñado que no hace falta hablar para poder expresar todo tipo de
sentimientos; Saluki me ha transmitido toda la ternura de una madre; Mimi y
Chanquete me han dejado ver que los abrazos son el reflejo del alma; Tomás me
ha mostrado que siempre hay una pequeña razón por la que luchar; a su vez Javi
nos ha demostrado sus dotes en la natación y sus ganas de vivir la vida; Manolo
su positividad y alegría; Luke su cariño diario; Gloria me ha transmitido que
el amar es indispensable; y por supuesto, Manuel ha demostrado que pocos
hermanos hay como él. En general todos son diamantes que hay que cuidar y
querer porque gracias a ellos este tipo de aprendizaje esencial es posible.
Por lo que puedo decir que este campo de trabajo se resume en amar,
sentir, vivir la realidad y captar la felicidad y la positividad ante todo.
Los
monitores/as, y nosotros/as, los/as voluntarios/as, también hemos sido una
parte importante de esta preciosa aventura. Ha sido un placer compartir esta
magnífica experiencia con mis compañeros/as, han sido días excepcionales a su
lado y, por mi parte, estoy muy contenta y agradecida porque creo que no me
podían haber tocado mejores compañeros/as con los que compartir todo lo vivido.
Aunque ahora ya pueda decir que son mis amigos/as y que de cada lugar me llevo
personas increíbles.
Y, cómo no, agradecer especialmente a los/as monitores/as, que han
sido como amigos/as, porque también han
sido una parte muy indispensable en este episodio. Han formado un equipo
fantástico: Alicia, por su motivación y energía diaria; Melli, por su gran
sabiduría sobre todo tipo de historia; y Cano, por su increíble paciencia día a
día con todos/as nosotros/as.
Para finalizar, aconsejar a todo tipo de jóvenes que prueben esta
experiencia, es muy gratificante y, por supuesto, recibes más de lo que das. En
mi caso, estudio Administración y Dirección de Empresas y quise probar este
ámbito que es algo nuevo para mí, y lo recomiendo al cien por cien, ha superado
sin duda mis expectativas y puedo confirmar que es adictivo. Así que si tenéis
la oportunidad de vivir esta aventura, no lo dudéis.
Por último, pero no menos importante, agradecer a Chuchi por su
trabajo diario hacia todo esto y por hacer que continúe porque, como tu sueles
decir, “merece la pena”.
Un cordial saludo".
Ana Poza Munguia.